Este fin de semana se ha celebrado en IBR Padova la primera prueba internacional de 2018, One Race One Man, adelantándose al GP de Montpellier y sustituyendo a la clásica Italian Job de estas fechas, tras unas discrepancias entre el club organizador y los propietarios de la franquicia Italian Job, Maugrafix. Como es habitual dada la localización del circuito y las fechas, las temperaturas han sido muy bajas, dando gran importancia no solo a una buena elección de neumáticos, sino también de aditivos.
Efectivamente en este evento los aditivos estaban permitidos y jugaban un papel importante en el rendimiento de los pilotos, llegando a variar los tiempos en hasta 1 segundo por vuelta entre los diferentes químicos a elegir, algunos de venta en tiendas y otros de fabricación artesanal. Además, un mismo aditivo afecta de distinta manera a cada marca de ruedas, de modo que lo que a unos funciona, a otro puede no irle bien.
En este circuito es frecuente el uso de aditivos, por el frio y ya que los eventos allí suelen ser ajenos a las normas EFRA e IFMAR, de modo que si algunos pilotos lo usan, finalmente todos los acaban usando. Lo interesante de los aditivos es que dejan residuos en la pista que penalizan a los pilotos que no usan aditivos, de una forma que el agarre solo se genera entre el aditivo de las ruedas y el del circuito.
En lo que respecta a la carrera, estuvo dominada como era de esperar por los pilotos italianos, con Davide Ongaro consiguiendo la pole en mangas con facilidad. Sin embargo su dominio no se hizo tan evidente en la final, donde Robert Batlle estuvo rodando primero durante un rato antes de cometer el primero de los errores que le harían perder las opciones a ganar la prueba.
Berton aprovechó este fallo para ponerse en cabeza aguantando los ataques de Ongaro, Boots, Baruffolo y el propio Batlle, durante los últimos 30 minutos de final. Elliot tuvo un problema mecánico que le obligó a abandonar y Batlle cometió el segundo de sus fallos, acumulando un total de 16 segundos en solo dos vuelcos. Davide mientras tanto se encargaba de alcanzar a Berton aunque siempre fallando cuando llegaba a su altura. Cuando todo parecía hecho para Riccardo, una parada por falta de combustible le dio la victoria a Davide en la última vuelta ¡Apasionante!
De este modo acabaron Ongaro en cabeza, seguido de Berton, Baruffolo y Batlle como el primer piloto no-italiano mejor clasificado. Alex Zanchettin completó el top 5. Por su parte los americanos que asistieron al evento hicieron un papel más discreto de lo que cabía esperar, con Truhe acabando 9º y Drake que se quedó fuera de la final, demostrando el altísimo nivel con el que cuenta la cantera italiana.