Break-in-Dutch es la empresa encargada de ofrece el servicio del que os hablamos en esta noticia, consistente en ofrecer rodajes de motores realizados con un método que, si no conocemos sus resultados de primera mano, cuando menos nos parece muy ingenioso. El método consiste en sumergir el motor en un aceite, el cual sirve a la vez como lubricante y como controlador de temperatura, mientras hacen girar el cigüeñal, biela y pistón, imprimiéndoles la fuerza de giro desde un motor brushless exterior.
El precio del servicio es de 40€ + gastos de envío, por lo que el total puede ser de unos 55€ a 60€ y las ventajas que ofrece frente a un rodaje convencional comienzan por la comodidad de no tenerlo que hacer uno mismo, enviándolo y olvidándonos hasta que venga de vuelta. Se suma el hecho de que todo está controlado de un modo digital, mucho más preciso que rodarlo en el circuito y por tanto, supuestamente, mejor. De este modo se controlan las revoluciones a las que gira el motor en todo momento y la temperatura a la que se encuentra.
Os dejamos con un par de vídeos que muestran el funcionamiento de la máquina utilizada para llevar a cabo estos rodajes. Más abajo, una foto mostrando el nuevo diseño que han tenido que adoptar debido a la gran demanda que están teniendo.
Gracias a Gaspar Arcón por remitirnos la noticia.