El domingo de careras comenzó a las 9 de la mañana a pesar de que realmente su horario empezase a las 10; la asistencia de pilotos de la provincias onubenses y sevillana, desde muy temprano estaba deseando practicar para poder llevarse la mejor posición posible, de ahí a que una hora antes ya hubiese pilotos volando sobre los saltos.
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El circuito, tras las lloviznas presentaba una pinta estupenda, mas no duró nada en secarse y sacar todo el polverío que llevaba dentro, lo que cambió el agarre de una manga a otra. Veíamos como los pilotos arriesgaban y sacaban todas las carnes al asador. En particular, yo realicé cambios empezando por la suspensión, tocando al final del día prácticamente medio coche, ya que se mostraban exigentes las condiciones.
Mis mangas resultaron muy nefastas, quedé las tres muy relegado por problemas con el motor, su uso pasaba factura a la compresión y tras un cambio de marca de bujía, todo quedaba en perfecto estado para las semifinales. Eso sí, habiendo rodado muy poco tiempo rápido, lo que me daba desventaja con respecto al resto. Entre tanto, ya señores como Michael Todd y Venerossi iban marcando un ritmo fuera de los demás, algo muy superior, y que no fue posible alcanzar durante toda la mañana.
Ya en semifinales la cosa pintaba de otra manera, sin problema con el motor, y jugándomela con unos neumáticos, la cosa no salió muy bien parada, una cuarta posición en mi manga, y una octava de la general. Mas una sabia decisión de mi compañero de mesa, me hizo montar el juego de ruedas adecuadas para las exigencias del terreno.
Tras comenzar, tuvimos la peor salida jamás vista, y relegado a la última posición y con ventaja sobre nosotros, nos tocó escalar poco a poco con lacarta de la constancia y la de la velocidad. Sabiendo que la carrera era larga y que queriendo ir más rápido de lo que podía, sólo me traería vuelcos y errores. Así me relajé y empecé el viaje. Ya a mitad de carrera iba con una cómoda sexta posición, que en poco tiempo se acabó convirtiendo en una tercera plaza; mas un accidente en la propia recta con un coche parado nos volcó el coche a medio minuto de entrar, convirtiéndose en una parada de motor no planificada, y que nos fastidió todas esas posiciones escaladas hasta llevarnos de nuevo a la posición 6. Desde ahí hasta el final, con tranquilidad fuimos ascendiendo hasta que a falta de 2 minutos, ibamos 5º; y el 4º estaba a tan solo unos segundos. Aproveché para apretar y añadiendo la presión del momento, este comete un error que pude aprovechar.
