El crecimiento del mercado de los drones y la gran variedad de usos que se les puede dar para realizar tareas productivas o de ocio, implica también una preocupación de la sociedad por los posibles malos usos que se les puede llegar a dar a estos aparatos tan versátiles y extendidos. Aunque no solemos pararnos a pensarlo, un dron puede llegar a ser la herramienta perfecta para realizar actos criminales o incluso terroristas.
Las autoridades no quieren esperar a tener que lamentarlo para crear regulaciones y normas que mantengan cierto control sobre el uso de los mismos, sin embargo, es imposible controlar por completo su uso en base a leyes. Por eso, empresas como Drone Shield se dedican a desarrollar contramedidas capaces de luchar contra una posible amenaza drone.
La Drone Gun es un “arma” diseñada para poder derribar al vuelo drones que se encuentren incluso a 2 km de distancia, emitiendo interferencias en las frecuencias 2,4 y 5,8, utilizadas por los drones tanto para su control en vuelo como para la visión de vídeo en directo. Al recibir estas interferencias y perder señal con la emisora, los drones aterrizarán o volverán al punto de despegue, siendo neutralizado o delatando al piloto.
Es una lástima que haya que tomar medidas de este tipo, pero ya sabemos que el ser humanos es capaz de cosas terribles y en estos casos, es mejor prevenir que curar.