Los fabricantes de chasis para drones de carreras anuncian sus productos proporcionando a los clientes ciertos datos técnicos, entre los que suele destacar la relación potencia/peso, calculada teniendo en cuenta la potencia capaz de ofrecer cada motor y el peso del propio chasis. Sin embargo, en estos cálculos no se suelen tener en cuenta las pérdidas relacionadas con la carga aerodinámica debido a la propia geometría del chasis, por lo que el resultado no es del todo preciso.
Catalyst Machineworks, empresa diseñadora del Stigg 195, asegura haber tenido muy en cuenta esos parámetros a la hora de desarrollar este nuevo chasis, lo que explica su peculiar aspecto. La base de este nuevo diseño está en reducir la cantidad de chasis que se interpone en el paso del flujo de aire producido por las hélices, para lo cual se decidió girar 90 grados las patas del dron, o dicho de otro modo, ponerlas de perfil en lugar de planas. Con este sencillo principio, se reduce casi a la mitad la cantidad de chasis bajo el flujo de las hélices, mejorando la eficiencia de vuelo.
Como era de esperar, ubicar las patas verticales en lugar de horizontales, conlleva una serie de riesgos de rigidez e integridad en el diseño del chasis, por lo que fue necesario añadir algunas modificaciones como la plataforma central rotada para que las patas puedan anclarse correctamente y con mayor refuerzo, así como las barras laterales que dan rigidez al conjunto. La posición de la plataforma central, hace que la placa controladora se ubique a 31º respecto al sentido de la marcha, por lo que no todas las actuales son compatibles con The Stigg. Gracias a este ingenioso diseño, el Stigg 195mm ha sido capaz de superar los 160 kmh, como podéis ver en los vídeos que os dejamos a continuación.