Seguramente en alguna ocasión habrás oído a alguien en el circuito o leído en los foros de internet, sobre algo que te ha podido sonar cuando menos, sorprendente: hervir los plásticos de un coche radiocontrol. Recientemente algunas marcas han lanzado al mercado unas piezas de carbono, pensadas para hacer más rígidos los trapecios de sus coches (clic aquí para ver ejemplo), consiguiendo así en determinadas circunstancias una respuesta más precisa de la dirección. Viendo esta tendencia, alguien podría pensar que en ese caso lo interesante en un plástico es que sea lo más rígido posible, sin embargo, esto no es del todo cierto.
Un plástico demasiado rígido, provocará que la pieza pueda llegar a partirse en impactos no necesariamente fuertes, pero si el ángulo es incorrecto, la rotura o fisura está asegurada. La pieza que acabamos de mencionar en el ejemplo, seguramente habría aguantado el impacto de haber sido creada solo un poco más flexible. Ese extra de flexibilidad habría permitido que la pieza se deformase en el impacto y volviese a su forma original tras el mismo…o quedase ligeramente deformada, pero tal vez, no habría partido.
Dicho lo anterior, tal vez lo ideal es crear piezas de extrema flexibilidad, pero esa no es la solución ya que acarrearía otra serie de problemas. El primero y básico, es que los tornillos que enrosquen en dicha pieza y soporten algo con presión o vibraciones, fácilmente correrán la rosca en la que se asientan y se saldrán con facilidad. Ya luego a nivel de uso del vehículo, si todas las piezas fuesen demasiado flexibles, el comportamiento del coche podría ser poco constante o imprevisible en algunos casos.
A lo citado anteriormente debemos añadir un factor importante: la temperatura ambiente. Normalmente los fabricantes eligen sus materiales para que soporten un rango de temperaturas tan amplios como sea posible pero en algunos casos, esto es difícil de cumplir. Por ello, marcas como Kyosho o Xray, cuentan en su catálogo de piezas para sus coches con dos tipos de trapecios, unos más rígidos y otros más flexibles. Los más rígidos están pensados para ser usados en climas cálidos y los más flexibles, en climas frios. De este modo, si vives en una zona fría y tu coche rompe trapecios con relativa facilidad, si tienes la opción de adquirirlos, deberías comprar los más flexibles de su catálogo. Si por el contrario vives en una zona cálida, prueba los trapecios más rígidos. Esto además mejorará el comportamiento.
¿Y qué hago si mi coche no cuenta en su catálogo con trapecios de diferentes durezas? Si tienes un coche radiocontrol que rompe trapecios, alerones o manguetas con relativa facilidad, tal vez estas roturas se deban al frío de donde lo usas o tal vez, el fabricante los hizo demasiado rígidos, pero antes de desesperarte o venderlo, puedes probar a aumentar la flexibilidad de los mismos, hirviéndolos durante un tiempo. No es ninguna locura, de hecho, la foto que acompaña a este artículo muestra a Jared Tebo hace unos años, hirviendo los trapecios de su MP9. También los usuarios de los primeros THE Car hacían esto antes de la salida al mercado del Update Kit con plásticos más flexibles ya que los primeros tenían un defecto de fabricación (puedes leer al respecto en nuestro foro)
Así que si te apetece probar a hervir las piezas de tu coche, ten en cuenta los siguientes consejos:
- Hierve solo piezas como trapecios, manguetas, soporte de alerón o alerón. Hervir otras piezas puede ocasionar averías.
- El resultado puede notarse más o menos según el material de tus piezas. Impresionante cómo se nota en los alerones.
- El tiempo de hervido varía según el material de tus piezas. Empieza con 30 minutos y si no notas mejora, sube hasta 45.
- Prueba varios tiempos de hervido, pero si te pasas, el plástico se volverá demasiado flexible y los tornillos pasarán las roscas con facilidad.
- Usa bastante agua y un recipiente grande. Si al hervir se evapora demasiada puedes derretir las piezas (no tenemos fotos, pero ha pasado 😛 )
- Las piezas se introducen en el agua tibia y cuando empiece a hervir, comenzamos a contar los minutos.
- Al acabar, deja las piezas metidas en el agua caliente y espera a que se enfríen dentro del agua. No las saques o enfríes bajo agua fría.
- Al sacarlas ya frías, puede haber variado el color o verse blanquecinas. No te preocupes, es normal.
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IMPORTANTE: No garantizamos que tus piezas dejen de romperse, pero nos basamos en casos personales y de gente cercana para saber que es un método que puede reducir las roturas o alargar en gran medida la vida útil de piezas que anteriormente rompían con facilidad. No nos hacemos responsables de posibles resultados negativos en el experimento, aunque si sigues los pasos anteriores no deberías tener problemas.